Manuel de Sumaya, el primer compositor de ópera novohispana

Manuel de Sumaya (1679-1755, aunque hay discrepancias en las fechas de nacimiento, he visto que se mencionan los años 1678, 1679 y 1680) Es considerado nuestro primer artista novohispano nacido fuera de España (nace en ciudad de México y muere en Oaxaca) Los primeros registros que tenemos de su educación musical lo sitúan desde muy joven como un alumno destacado de la Escuela Catedralicia Metropolitana de México, siendo parte de “Los Seises”, el coro infantil de la Catedral de Sevilla. El 25 de mayo de 1694 se ordenan clases particulares por parte del Cabildo, de la mano del organista principal José de Ydiáquez y el maestro de capilla Antonio de Salazar; órgano y composición respectivamente, pues el padre de Sumaya que había fallecido deja a su familia vulnerable, por lo que el Cabildo le ofrece apoyo económico y la posibilidad de continuar sus estudios musicales.

Siendo reconocido como un músico talentoso, se designa a Sumaya a tomar el puesto de Salazar de docente al éste retirarse y, más adelante, como su asistente, ocasionando una rivalidad con Francisco de Atienza, quien esperaba ser él a tomar ese puesto.

En 1708, Sumaya compone su primer melodrama llamado “El Rodrigo”, como parte de la celebración del nacimiento del príncipe Luis Felipe. Aunque el libreto aún se conserva, no hay información que sitúe su obra como una ópera, algunos historiadores especulan que pudo haber sido una zarzuela también, puesto que Sumaya no solo hizo ópera, pero al no tener la parte musical, su clasificación es incierta.

Para el año 1711 es nombrado sustituto y, es en este año que se le otorga la oportunidad de escribir la que sería la primera ópera novohispana (esto por lo antes mencionado en el párrafo anterior), La Parténope, con Silvio Stampiglia como libretista (en italiano) y el mismo Sumaya como traductor al castellano, siendo presentada el 1 de mayo en el palacio del virrey (hoy palacio nacional). Es una lástima que la partitura se encuentra perdida y solo sabemos esto por el libreto que aún se conserva.

En 1714 es asciende de puesto a organista principal y un año después a maestro de capilla, puesto que era necesario sustituir a su mentor, Salazar, quien estaba perdiendo la vista y, por este motivo, ya no podía continuar con sus deberes. Se convocó a concursar por el puesto de Salazar, siendo Sumaya y su rival Atienza los finalistas, pero finalmente venciendo Sumaya.

En 1732 es partícipe de la inauguración del órgano en la catedral metropolitana construido por José de Nasarre como parte de sus actividades de maestro de capilla.

Después de dedicar toda su atención a enriquecer la catedral Metropolitana con su música, en 1739 se traslada a Oaxaca en apoyo de su amigo Tomás de Montaño, a quien consagran como obispo de dicha ciudad. Sumaya desempeña las mismas obligaciones que tenía en ciudad de México, y así se mantiene hasta su fallecimiento el 21 de diciembre de 1755.

Dentro de su obra, podemos encontrar una variedad de música litúrgica como oratorios, villancicos, misas, maitines, entre otros, y también composiciones profanas como zarzuelas, algunas arias en español y ópera. Siendo conocido en su mayoría por su trabajo en la iglesia, no se puede negar que fue un compositor talentoso y multifacético que marcó el inicio de la ópera en nuestro territorio.

Bibliografía

Russell, C. H. Manuel de Sumaya: reexamining the A Cappella Choral Music of a Mexican Master Encomium musicae: essays in memory of Robert J. Snow / coord. por Davidf Crawford, 2002, ISBN 0-945193-83-1, págs. 91-106.

Rodríguez de la T., F. (s. f.) Manuel de Sumaya. Real Academia de la Historia. Recuperado el día 27 de marzo de 2025, de https://historia-hispanica.rah.es/biografias/43235-manuel-de-sumaya

Illari, B. (2020). IDEAS DE SUMAYA. Revista de Musicología, 43(2), 587–628. https://doi.org/10.2307/26975139

Gutiérrez, Esteban. “Manuel de Sumaya, La primera ópera Novohispana”. Antilha, vol. 7 (2014): pp27-38